Para mejorar la productividad de nuestra empresa, en los últimos años se ha oído casi a diario la importancia sobre la productividad. Escuchamos a personas dar lecciones sobre productividad. Pero ¿realmente sabemos cómo se hace eso? Conocemos dónde actuar concretamente para que los esfuerzos se traduzcan en un aumento de la productividad
Un punto de partida para conseguir el objetivo de productividad óptima, es contar con un plan de empresa bien adaptado a los cambios y al entorno en constante cambio. Un plan de empresa para una compañía ya existente debe recoger una planificación detallada sobre los pasos que se deben tomar en el aumento de la efectividad. Por eso para alcanzar una buena productividad es importante el plan de empresa en el día a día.
Control, análisis, objetivos y plazos
Una estrategia clave en cualquier aumento de la productividad es el control. La monitorización y el análisis de cada uno de los miembros del equipo de trabajo es la base para conseguir el grado de productividad óptimo. En ese análisis se debe prestar especial atención a los factores de una tendencia u otra.
Una vez identificados los factores será más fácil establecer objetivos realistas y plazos para llegar a usar informes de rendimiento, saber dónde se puede mejorar y conocer qué factores de riesgo existen y puedan poner en peligro el buen desempeño de todo el equipo de trabajo.
Estrategias flexibles
Como decíamos cuando el plan de empresas y las estrategias deben cumplirse, pero también pueden adaptarse. Si una vez controlado, analizado el rendimiento de cada uno de los miembros del equipo la estrategia planteada no funciona, puede ser que no se adapte a lo que realmente la empresa necesita.
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